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Foto del escritorSabina Alcarraz

¿Cómo gestionar el desequilibrio emocional que genera el fin del año?

Celebraciones varias; reuniones empresariales, encuentros sociales, familiares, de amigos, con clientes, festejos de cierre de cierre del año académico de los más pequeños, recibimientos, compras de regalos de Navidad, aprontes para la casa, la comida para los festejos, ¿con quien pasamos navidad y año nuevo?

¡Uf! Estos son solo algunos de los compromisos que conforman el ritmo vertiginoso del mes de diciembre.



Han transcurrido los primeros días del mes diciembre y la realidad es que ya se percibe en el aire desde fines del mes pasado, cierta tensión y estrés, lo que comienza una suerte de escalada hasta el 31 de diciembre inclusive, lo que de todos modos, a mi criterio, no logra socavar el encanto de la decoración y espíritu navideño a nivel global.


Sin embargo, por momentos me pregunto; ¿qué ocurre?, si es una especie de fin del mundo o algo catastrófico que estará por suceder, ya que la vorágine del tránsito, las interminables filas de los comercios, el mal humor de la gente y la irritabilidad de la población en general, caracterizan las calles de Montevideo en esta época.



¿Por qué se genera este síndrome de estrés colectivo de fin de año?


Se trata de un momento del año un tanto especial, ya que habitualmente nos conduce a realizar balances de tipo; personal, familiar, laboral, profesional, de estado de salud, etc.

A nivel corporativo, las empresas realizan sus evaluaciones de desempeño, brindando feedback a sus colaboradores, revisan el presupuesto y los objetivos comerciales para el año venidero.


En este sentido, en algunos casos la gente experimenta ansiedad y cierta sensación de desesperación, ya que quienes no lograron alcanzar sus metas y objetivos en el transcurso del año, pretenden compactar todo en un mes y medio, ¡lo cual es matemáticamente imposible!


¿Cómo influye el clima?


La mayor exposición a los rayos solares y el clima más cálido nos ayuda a una mayor liberación de serotonina, así como también al aumento de producción de vitamina D, lo que nos hace sentir más animados, con mayor motivación y nivel de energía.

En contraposición a este estado anímico en ascenso, el calendario nos indica que el año está finalizando y que por ende nos estarían faltando día para cumplir con nuestros deseos y objetivos.


Las reuniones familiares: Navidad y Año nuevo


Asimismo, las clásicas fiestas de Noche buena, Navidad, Fin de año y Año nuevo, tienden a generar ansiedad, preocupación y estrés en algunos casos, debido a:


  • Ausencia de familiares

  • Duelos por fallecimientos

  • Las familias crecen y cada uno comienza a tomar caminos y elecciones diferentes en estas fiestas

  • Conflictos entre las familias de origen y las familias políticas

  • Conflictos o discrepancias significativas con determinadas personas de la familia

  • Aquellas personas que eligen transitar estas fechas en soledad

  • Quienes pasan en soledad, pero no por elección sino por necesidad


Independientemente del motivo, debemos reconocer que se trata de fechas naturalmente complejas, donde se produce una movilización emocional importante, por lo menos en lo que concierne a la gran mayoría de la población adulta.

Los niños, por su parte, también experimentan ansiedad vinculada a los regalos, la llegada de Papá Noel y los encuentros familiares.

Situación que los padre debemos ir acompañando y moderando en el transcurso de los días y fundamentalmente luego del fin de cursos académico.



Alteraciones psico-emocionales:


Tristeza, angustia, depresión, ansiedad generalizada, pensamiento acelerado y negativo, ansiedad anticipatoria, ataque de pánico y hasta en casos muy extremos intento de suicidio , son algunas de las consecuencias psico-emocionales que se reportan en esta época del año.

Alteraciones que venimos trabajando en el consultorio, ya desde el mes de octubre a modo preventivo y con psicoeducación al respecto.


Algunas recomendaciones que te ayudarán a mantener el equilibrio emocional:


  1. Elabora una lista de actividades, responsabilidades y objetivos hasta el 31 de diciembre inclusive: es importante que esta lista sea de puñu y letra, ya que de esta forma activamos zonas cerebrales vinculadas a la atención y concentración. El pasaje de esas preocupaciones que están en tu pensamiento hacia el papel, nos conduce directamente hacia la acción: preocupación vs. Acción. El plasmar las ideas me ayuda a organizarme y a planificar.

  2. Selecciona lo urgente y lo importante y comienza por supuesto por lo urgente

  3. Visualiza qué puedes delegar en otras personas a nivel: familiar, personal y/o laboral-profesional

  4. Aprende a decir que no sin culpa

  5. Identifica qué actividades, reuniones o encuentros disfrutas realmente y cuáles te suman y te aportan. No concurras a aquellos encuentros con lo que no conectas desde la emoción, el placer y el disfrute

  6. Mantené una rutina organizada; con ejercicio regular y alimentación saludable

  7. Dedica 10 munitos diarios a estar solo contigo mismo

  8. Dedica 10 minutos diarios para realizar una meditación o algunas respiraciones profundas, con visualizaciones positivas


Espero que estas sugerencias clínicas sean de gran utilidad para ti en este momento tan especial del año.


¡Mis mejores deseos para estas fiestas y un gran 2024 para ti y tus seres queridos!


Con cariño,

Sabina

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