
Todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas situaciones que nos causan estrés, esas situaciones límite que nos sobrepasan nuestro recursos y capacidades. En cierto sentido, este estrés puntual y esporádico puede ser hasta beneficioso, ya que nos oficia de motor y motivación para dar todo nuestro potencial, este es el llamado “Eustrés” o estrés bueno o positivo.
Por su parte, nos encontramos con el denominado distrés, o estrés crónico que es el que daña nuestro cerebro y cuerpo, ya que la vida cotidiana de la persona se ve invadida y afectada negativamente por este estrés, en forma continua.
Es fundamental aprender a diferenciar ante cual de ellos nos enfrentamos para poder manejarlo adecuadamente y evitar que se torne patológico y disfuncional.
Veamos algunos ejemplos de estrés positivo, como factor motivador:
· Situación de examen
· Ascenso en el trabajo
· Evaluación de desempeño laboral
· Situaciones nuevas y desafiantes en general
¡Todos ellos mejoran nuestra salud psicológica, motivan y nos dan energía!

El distrés: el gran problema de nuestros tiempos
El estrés negativo está tan “normalizado” en nuestra sociedad actual, que el 70% de las enfermedades orgánicas están ocasionadas o agravadas por el distrés.
Cabe señalar, que lo que para una persona puede ser una situación menor y de estrés puntual para otra, puede configurar un conflictivo mayor, generando niveles patológicos de ansiedad.
La ansiedad es una emoción como cualquier otra, siempre y cuando sus niveles e intensidad no traspasen el umbral de nuestra tolerancia.
Es por eso que, necesitamos aprender a mantenernos en un punto intermedio, logrando un equilibrio y sin llegar a niveles de ansiedad y estrés no saludable, identificando qué hábitos o situaciones pueden estresarnos en forma crónica.
Identifiquemos el estrés en nuestras vidas
Reconocer la presencia del estrés negativo en nuestra vida diaria es el primer paso para a partir de allí comenzar a efectivizar cambios. ¿Cuáles son las señales de que estas estresado? Dolor de cabeza, molestia estomacal, irritabilidad, dificultades para dormir. Ahora analicemos qué situaciones pueden ser tensionantes: familiares, de pareja, laborales, académicas. ¿Ya las identificaste?
¡La buena noticia! Podes aprender a gestionar y autorregular tus ansiedad y estrés negativos a través de nuestro programa focalizado en “Gestión de estrés y ansiedad”, logrando mejorar tu calidad de vida, tu salud psicológica y física así como tu bienestar integral.
¡Te invito a transitar juntos este camino hacia tu autoconocimiento y autocontrol emocional!
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