¿Qué significa vivir en modo piloto automático?
El cerebro tiene la habilidad de aprender ciertas conductas por repetición, eso es lo que se conoce como memoria procedimental y es gracias a ella que logramos conducir, andar en bicicleta, caminar entre otras actividades sin necesidad de que nuestra atención este focalizada en ellas.
Esta automatización resulta muy positiva y eficiente para este tipo de acciones mecánicas, no siendo tan beneficiosa para toda nuestra rutina. Y ese es justamente el riesgo, es decir que ese piloto automático se generalice como estilo de vida, pasando por la vida sin ser conscientes de ella.
Este piloto automático hace referencia a la incapacidad de conectar y contactar con nuestras emociones, sensaciones corporales, percepciones sensoriales, pensamiento, ideas, cuestionamientos, reflexiones, gustos y preferencias. La inercia es lo que prevalece, esa sensación de ver pasar la vida, como un observador lejano.
¿De dónde surge este estilo de vida? ¿Aprendemos a funcionar así?
Nuestras experiencias son fundamentales a la hora de forjar un patrón o estilo de conducta en general y este caso no es la excepción. Habitualmente las personas que desarrollan este estilo suelen provenir de familias en las cuales no era común el poner en palabras lo que ocurre o hablar de las emociones.
Quizás se trata de familias donde no se valida la emoción como tal y tampoco que el niño expresara lo que sentía libremente. En ocasiones, los padres tienden a mostrarse fuertes y siempre bien, por no permitirse estar angustiados, tristes, preocupados o reflexionando acerca de tal o cual temática.
Convengamos que estamos en un mundo donde se venera la cultura de lo “fast”, lo instantáneo, lo vertiginoso del cambio y de todo necesitarlo para “ayer”, con lo cual el mensaje es “sé productivo 24/7, no pierdas tiempo, todo tiene que estar listo lo antes posible” El tiempo como la variable más valiosa y paradójicamente la más efímera.
Modo “Hacer” vs modo “Ser”
El piloto automático forma parte de nuestra zona de confort, es cómodo y quizás nos sentimos tranquilos y confiados bajo esta modalidad de vida, sin grandes cuestionamientos o reflexiones que complejicen nuestros días, simplemente dejamos fluir y automatizamos comportamientos, reacciones, conductas y actividades.
Signos de que estamos bajo el piloto automático:
Olvidarnos por el camino de lo que íbamos a hacer.
Conexión con el pasado o el futuro
Desconexión total con el presente
Insatisfacción y disconformidad constante
Pensamiento negativo
Crítica y autocrítica
Sintomatología psico-fisica: ansiedad, ataque de pánico, fobias, depresión, entre otros
Altos niveles de estrés crónico.
Dificultades en la toma de decisiones y elecciones
Culpabilizar a los demás por temas de nuestra vida.
Patrones de conducta: repetir modo operativo en las distintas relaciones y/o vínculos: pareja, familia, amigos.
¿Cuándo llega el despertar emocional?
Resulta imposible que nada nos afecte, las emociones están ahí y se expresan de una u otra forma.
Es muy importante contactarnos con nuestro cuerpo, escucharlo, avalar el dolor, la tristeza, angustia y frustración para poder tomar las riendas de nuestra vida y generar cambios. De este tipo de situaciones se aprende mucho, si estamos siendo permeables a ello.
Y solo en esos momentos límite es donde nos damos cuenta de nuestra capacidad de resiliencia, de salir adelante y modificar todo aquello que no estaba siendo funcional a nuestros objetivos y metas de vida. ¡Es desde allí que surge el verdadero empoderamiento del self, tu autoconcepto y autovalor cambian! Por lo tanto, tu seguridad y confianza en ti mismo y en tus capacidades también se torna diferente, positivo y más fortalecido.
En ocasiones, este despertar emocional surge como consecuencia de una separación, un duelo por una pérdida de un ser querido, un despido en el trabajo, o cualquier otro tipo de situación que te movilice, que te implique hacer una revisión de tu vida hasta el momento, una especie de balance y autoanálisis.
¡Esto te conducirá seguramente a un nivel de autoconocimiento mucho mayor!
Gracias a esta suerte de automatización nos convertimos rápidamente en especialistas en “barrer bajo la alfombra y en decir “está todo bien, sigamos adelante tal y como venimos”, “no puedo pensar demasiado porque eso me quita tiempo y eso no me lo puedo permitir”, una especie de “ ojos que no ven corazón que no siente”
ESTÁ VINCULADO CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL, CON EL AUTOCONOCIMIENTO, CON EL MANEJO DE LAS EMOCIONES.
¿Cómo llegar al modo de CONSCIENCIA PLENA?
Se trata de un proceso, por lo que naturalmente lleva un tiempo, es un camino que precisa de un cierto tránsito y ese tiempo es singular, es diferente según cada caso.
Lo fundamental es hacer el diagnóstico, es decir ser CONCIENTE de la necesidad de un cambio en tu vida, de que hay algo que te falta o que percibís que no está funcionando como te gustaría.
Es posible que puedas emprender este camino en soledad, aunque habitualmente este tipo de procesos requieren de la orientación de un profesional en Psicoterapia, quien se encargará de desarrollar todo tu potencial, así como también enseñarte a técnicas de autorregulación emocional.
Es importante:
El autoconcimiento (tus fortalezas y áreas de mejora y desarrollo).
La inteligencia emocional (conocer tus emociones, detectarlas cuando aparecen y aprender a convivir con ellas, transitándolas de la forma más adaptativa posible)
Vivir el aquí y ahora; que tu pensamiento este en conexión con tus actividades, con lo que estas haciendo en ese momento puntual y no focalizada en lo que ya pasó o en lo que vendrá.
Que tus 5 sentidos se conecten con la experiencia del momento: una ducha, una comida, un paseo, una caminata, mirar por la ventana.
Integrar y conectar los aprendizajes de situaciones cotidianas.
Como sugerencia práctica: respiración profunda 2 veces al día mínimo. Nos ayuda a conectar con nosotros mismos, con nuestro cuerpo, sensaciones, emociones, en un tiempo presente.
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