Dormir bien en la noche y tener un sueño profundo y continuo es fundamental para el adecuado funcionamiento de todo nuestro organismo. Lograr un descanso reparador nos ayuda a mantener nuestra salud física y emocional, colaborando con el funcionamiento óptimo del corazón, cerebro y metabolismo.

¿El sueño se relaciona con las emociones?
Efectivamente. El estado de ánimo y autorregulación emocional también están vinculados directamente con la calidad de nuestro sueño.
La ansiedad, la dificultad de concentración y de atención, la capacidad de incorporar nuevos aprendizajes, dependen del descanso. ¿ Te ha pasado alguna vez, despertarte irritable, enojada, agobiada y sin ganas de hacer nada?
Es decir que tanto nuestro rendimiento académico o laboral, nivel de energía, motivación y estado de ánimo se desequilibran y desajustan cuando estamos con problemas para dormir, ya se para conciliar el sueño o para mantenerlo profundo y sin despertares durante toda la noche.
¿Cuánto tengo que dormir para sentirme bien?

Es la pregunta más frecuente en las consultas clínicas. Si bien existen algunos parámetros generales, cada persona tiene su propio ritmo circadiano en base a su rutina y agenda. Resulta esperable que los adultos jóvenes ( 18-25 años) duerman entre 7 a 9 horas diarias, entre 26 y 64 años 6 a 8 horas y los escolares entre 9 y 11horas. Los niños más pequeños deben dormir 12 horas en promedio.
Independiente de la cantidad de horas que se recomienda dormir, apuntamos a que la persona logre despertar con una sensación de descansada, relajada y que rápidamente puede incorporarse y adaptarse a su rutina matinal, sin experimentar malestar físico-emocional. Claro está que el objetivo es que la calidad del sueño sea óptima naturalmente, sin recurrir a inductores del sueño.
Cabe destacar que en general el sueño es una categoría que no se mantiene fija e invariable a lo largo de nuestra vida, sino que por el contrario tiene cierta tendencia a modificarse y verse afectado según el contexto y las situaciones que experimentamos diariamente.
Habitualmente, si estamos ansiosos, muy tristes o preocupados por algún tema específico, el sueño es una de las primeras conductas que se ven afectadas.
Debido a ello, necesitamos hacernos conscientes y reflexionar si estamos experimentando alguna situación difícil o si estamos tal vez excesivamente preocupados por algún aspecto particular.

Quedo atenta a cualquier comentario o consulta.
Cariños,
Sabi
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