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Foto del escritorSabina Alcarraz

Psicoestética: Gestión de Estrés y Ansiedad

No es noticia que la vorágine del mundo y de la cotidianeidad que nos ha tocado vivir en estos tiempos, favorece en algún sentido que la ansiedad y el estrés sean los grandes protagonistas de nuestras consultas clínicas.

La sobreexigencia de los distintos roles que cumplimos, los distintos “deadlines”, reuniones laborales, encuentros académicos, congresos, cursos formativos, encuentros y compromiso familiares y sociales hacen que nuestro cerebro trabaje sin descanso y que en ocasiones tengamos la sensación que todo esto sobrepasa nuestro recursos, capacidades y mecanismos de afrontamiento.


Ni que hablar que si a todo esto, le sumamos un perfil psicológico ansioso de base, terreno fértil para desarrollar cualquier trastorno, patología o rasgos ansiosos, nos encontramos rápidamente en serios problemas y con la sensación de estar atrapados en un “loop” sin salida.

Tema sobre el que ya hemos profundizado en otras ocasiones.


Casualmente, uno de los motivos de consulta que se ha transformado en un denominador común entre los pacientes que consultan por Psicoestética, es el manejo inadecuado del estrés y ansiedad, lo que claramente impacta negativamente a nivel físico y en consecuencia en nuestra imagen personal.


En ocasiones, el paciente cuando llega a la consulta no tiene presente esta relación directa entre el factor emocional, con sus dimensiones cognitivo-conductuales y lo que transmite y refleja con su presentación personal.

Independientemente de aquellos tratamientos o procedimientos estéticos específicos destinados a mejorar la calidad y aspecto de la piel, el nivel de estrés negativo o distrés y un alto grado de ansiedad impactan negativamente en nuestro aspecto físico.


El concepto que primero tenemos que trabajar es que debemos revisar nuestro interior para luego dirigirnos al afuera, a nuestro físico y apariencia.

De nada sirve invertir recursos en los mejores tratamientos estéticos si existen factores internos, emocionales, a nivel de pensamiento y actitud que se encuentran desequilibrados.


En relación a la ansiedad patológica, nos encontramos con pacientes que van desde el ataque de pánico, las obsesiones, pensamiento acelerado y verborrágico, así como aquellos que sin llegar a estos extremos, sienten que su vida diaria los sobrepasa, llegando al final del día con sensación de agobio, frustrados y agotados a nivel energético y psico-físico.


En ocasiones, esta sintomatología ansiosa genera dificultades para dormir (ya sea de conciliación o de mantenimiento) y obtener un descanso reparador, aspecto que obviamente impacta negativamente en nuestra gestión emocional, rendimiento laboral y académico; memoria, atención y concentración así como en la apariencia física.


Claramente, la sintomatología descripta anteriormente conspira negativamente a la hora de contar con una piel luminosa, tersa y saludable, siendo imprescindible su abordaje clínico para realzar las modificaciones correspondientes y finalmente arribar a la armonía deseada entre mente y cuerpo, emociones e imagen personal.


Eventualmente, el paciente cuando asiste a la consulta de Psicoestética no tiene presente la relación directa existente entre su manejo inadecuado de la ansiedad y la gestión del estrés y la insatisfacción experimentada con los tratamientos estéticos orientados a verse más joven y saludable.


Se trata de un abordaje indispensable y complementario a la tarea del profesional estético y cuando el paciente logra realzar esa conexión y se hace consciente de ello, el proceso comienza a fluir obteniéndose notorios resultados en pocas consultas, ya que desde la primera consulta estamos no solamente diagnosticando sino también interviniendo directamente en el motivo de consulta detectado.


¡Te invito a conectar con tu interior, a sentirte y verte cada día mejor!


Con cariño

Sabina


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